La Acción de Acarí

Diario La Opinión – Martes 27 de Setiembre de 2005


Segunda acción patriótica, luego de la batalla de Nasca

LA ACCIÓN DE ACARÍ

Por: Wilfredo Gameros Castillo

DERROTADAS EN NASCA las fuerzas realistas del coronel Manuel Químper el 14 de octubre de 1820, al atardecer del día siguiente, cuando aún no habían terminado de reposar los guerreros patriotas, ante el aviso de pobladores nasqueños, el jefe de las fuerzas independientes teniente coronel Manuel Rojas, ordena al teniente Juan Vicente Suárez perseguir al convoy realista de equipajes, armas y municiones que en esos momentos atraviesa el desierto de Tunga, en dirección a Acarí. El oficial paraguayo que en la Batalla de Nasca había impedido la fuga de los realistas en la salida sur de Nasca, contribuyendo así al triunfo patriota, acepta sin más aquella misión, pues busca una ocasión para lucirse, como el suele decir. Ordena montar de inmediato a sus treinta cazadores y acepta gustoso la incorporación voluntaria, y que resultaría imprescindible, de guías patriotas nasqueños y, lleno de entusiasmo, según testimonio de él mismo, “vence los obstáculos que presentaba la distancia acompañada de un terrible nublado que impedía ver el suelo que pisaba aun en la menor posible distancia. Solo pudo sacarme de este embarazo la destreza de los excelentes guías que dirigieron mi marcha, y a cuyo comportamiento me hallo obligado”. A las dos de la tarde del día 16, avista el verde, dilatado y fértil valle de Acarí, con el pueblo recostado a un plomizo cerro. Era el momento en que el lento convoy realista con su valiosa carga estaba próximo a ingresar al poblado. Cuando el teniente Suárez y sus cazadores embisten feroz y sorpresivamente a la escolta del convoy, sablea a los que se atreven a resistir, apresa al resto y captura las ciento y tantas cargas de equipajes, armas, municiones y pertrechos, sacados de Ica. Luego de imponerles el retorno a Ica a todas las familias emigradas que venían en el convoy, penetra en el poblado. El teniente Suárez registraría al respecto en su parte de batalla: “la complacencia de ser recibido con repiques de campanas tañidas por mujeres que no quisieron retardar ni ceder a nuestro sexo. Esta pública y solemne manifestación de regocijo que les producía la llegada a su suelo de la primera corta partida del Exto. libertador tal es el entusiasmo patriótico que se generaliza en todos los pueblos de Sud-América a manera de fuego eléctrico que se difunde a todas direcciones”.
Allí toma los caudales del fisco y una bandera del estado mayor realista. También nombra autoridades independientes, acuartela y organiza la compañía local de milicianos. Al día siguiente, 17 de octubre, con la buena impresión dejada por la conducta de sus soldados, retorna a Nasca, con la rica y abundante presa que ha arrebatado al enemigo.
El vencedor piquete patriota, no sólo no ha tenido bajas, sino que retorna a Nasca con cuatro soldados de caballería realistas pasados, “a los que he dado plazas en el piquete bajo mi mando que espero sean aprobados por usted en consideración de habérseme unido antes de mi llegada al pueblo” anota el jefe de la acción de Acarí.
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NOTA.- Las frases entre "comillas" pertenecen literalmente al parte de batalla que el teniente Juan Vicente Suárez, dirige a su superior el teniente coronel Manuel Rojas.