CAPITÁN FEDERICO BRANDSEN: JEFE DE ESCUADRÓN DE CABALLERÍA
Por: Wilfredo Gameros Castillo
NACIÓ EN PARÍS el 28 de noviembre de 1785. Noble de origen, como tal, se educó exquisitamente en el Liceo Imperial de París. Deslumbrado por las glorias de Napoleón Bonaparte, se decide por la carrera militar, incorporándose al Ejército Imperial en 1811 en calidad de alférez. De inmediato es destinado a las tropas que operaban en Italia. Por distinción en la Campaña de Alemania fue ascendido a teniente y honrado con el nombramiento de ayudante de campo del Emperador Napoleón. En la batalla de Bautzen, a la cabeza de un destacamento, tomó a la bayoneta, bajo el fuego enemigo, una importante posición de los prusianos, lo que le valió ser condecorado por el Emperador con la Real Orden Italiana de la Corona de Hierro.
Cuando el Emperador Napoleón Bonaparte regresó de la Isla de Elba, destinó a Federico Brandsen como Capitán Agregado al Estado Mayor General de la 1ª División Militar. La derrota definitiva de Napoleón Bonaparte, en la batalla de Waterloo (junio de 1815), arrastró al capitán Federico Brandsen, pues a fines de ese año, después de participar en aproximadamente medio centenar de batallas, con tantas condecoraciones como cicatrices de guerra, era licenciado del servicio militar y un año y medio después, el 25 de junio de 1817, era dado de baja a su solicitud.
Poco después, Federico Brandsen conoció a Bernardino Rivadavia (posteriormente, primer presidente de la República Argentina) quién lo invitó a trasladarse a Buenos Aires a prestar el concurso valioso de su espada y sus conocimientos militares a la independencia de las colonias españolas, idea que aceptó de inmediato. Poco tiempo después, se embarcaba en el puerto de Calais rumbo a Buenos Aires, en compañía de Juan José D´Auxión Lavaysse, Alejo Bruix y Benjamín Viel, oficiales franceses que también habían pertenecido al Ejército Imperial.
Llegado a Buenos Aires, en setiembre de 1817, el Director Juan Martín Pueyrredón le dio de alta a Brandsen como capitán de caballería, dirigiéndose de inmediato a su destino: el 2º Escuadrón de Granaderos de las fuerzas expedicionarias del general José de San Martín, acantonadas en Chile. No asistió al desastre de Cancha Rayada ni al triunfo de Maipú por encontrarse herido por un duelo. Posteriormente hizo la campaña de Bio-Bio, por lo cual mereció la Medalla del Gobierno Supremo.
Llegó al Perú el 8 de setiembre de 1820, con la Expedición Libertadora del general José de San Martín. En el primer triunfo de la Independencia, en Nasca, el 14 de octubre de 1820, a órdenes del teniente coronel Manuel Rojas, comandó con el capitán Juan Lavalle y el teniente Juan Vicente Suárez, la caballería que derrotó a las tres veces mayores fuerzas del coronel Manuel Quimper.
Se reembarcó en la Expedición Libertadora para desembarcar en Ancón el 3 de noviembre. Sólo días después, el 8 de noviembre, se batió heroicamente al mando de 36 cazadores, derrotando a 150 jinetes realistas que estaban a las órdenes de del coronel Jerónimo Valdés y contuvo el avance de 2,000 enemigos, salvando así a su división, por lo que mereció que el general San Martín lo ascendiera a sargento mayor. En aquel encuentro se batió personalmente con el comandante español Bermejo, al que dejó tendido de un pistoletazo.
Participó en la ocupación de Lima, y días después, el 28 de julio de 1821, asistió a la solemne declaración de la Independencia. Al día siguiente, a las órdenes del general Juan Gregorio Las Heras, toma parte en el asalto de El Callao, y la toma de la Fortaleza. En setiembre de 1822, poco antes de abandonar definitivamente el Perú, el general José de San Martín extendió a Federico Brandsen los despachos de coronel graduado.
Después de desempeñar el cargo de Comandante General de la Costa Sur, participa con su Legión Peruana a las órdenes del general Santa Cruz, en la Segunda Campaña de Puertos Intermedios, destacándose su actuación al hacer proclamar la Independencia de Moquegua el 6 de julio de 1823. Al mes siguiente dirige notablemente el ala izquierda del Ejército Patriota en la batalla de Zepita, pues con las múltiples cargas de sus húsares sobre el enemigo contribuyó al triunfo de los independientes.
Trasladado a Trujillo, fue ascendido a general de brigada por el presidente Riva Agüero. Poco después, al ser depuesto éste, Brandsen contribuye a organizar el ejército con que Riva Agüero intentó retomar el poder. Sometido Riva Agüero, Brandsen cayó en desgracia y fue juzgado por un consejo de guerra. Por consideración a sus invalorables servicios prestados, a los pocos días salió de prisión, pero a condición de abandonar el Perú. En esas circunstancias se traslada a Chile.
Poco después, en Buenos Aires, el gobierno le extendía el despacho de coronel de caballería, y, al mando del Regimiento Nº 1 de Caballería, se integraba al Ejército de Observación que operaba sobre el río Uruguay, para abrir la campaña contra el Imperio de Brasil. Iniciada ésta, durante el avance del ejército, Brandsen ocupa siempre los puestos de vanguardia, y en las juntas de guerra, el comandante en jefe acepta las indicaciones del coronel Brandsen por su reconocida sabiduría militar.
En la batalla de Ituinzangó, el 20 de febrero de 1827, a la cabeza del Regimiento Nº 1 de Caballería, atacó la infantería imperial brasileña, formada en cuadro. Reforzada considerablemente la posición de ésta, hacía peligroso el segundo ataque frontal. Lamentablemente, este segundo ataque había sido ordenado por el general Carlos Antonio de Alvear, que esta vez no quiso escuchar las prudentes observaciones del coronel Brandsen y empleó palabras que tocaron el amor propio de ese experimentado guerrero. Acostumbrado a ver la muerte de cerca en batallas en Europa y América, Brandsen se lanzó al ataque ordenado por su superior y, a la cabeza de su Regimiento, fue muerto, igual que numerosos oficiales y soldados.
El coronel Federico Brandsen contrajo matrimonio en Huaura, Perú, el 28 de abril de 1821, con doña Rosa Jáuregui. Tuvo un hijo nacido en Lima y dos hijas nacidas en Santiago de Chile.
Los restos de del coronel Federico Brandsen descansan en el Mausoleo con lo cual la República Argentina ha querido honrar su gloriosa memoria.
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NOTAS DEL AUTOR:
1) Las mayores fuentes de este artículo son de la obra: BIOGRAFÍAS ARGENTINAS Y SUDAMERICANAS, del historiador argentino capitán de fragata Jacinto Yaben, que contiene la biografía de Federico Brandsen, registrando en el Tomo I, página 6662: “El 15 de octubre, en compañía del mayor Lavalle y del teniente Vicente Suárez, se distinguió en el combate de Nazca, previo a la ocupación de aquel pueblo”.
2) Esa biografía argentina no menciona a Changuillo, pueblo que ostenta erróneamente esta batalla.
3) El autor de este artículo también ha publicado esta biografía en su obra: SEMBLANZAS BIOGRÁFICAS Y EPISODIOS DE LA INDEPENDENCIA.
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