EL HEROICO PRONUNCIAMIENTO DEL AYUNTAMIENTO DE NASCA
Por: Wilfredo Gameros Castillo
A INICIOS DE 1822, el general Domingo Tristán, jefe del Ejército Libertador del Sud, acantonado en Ica, ofició a los ayuntamientos de la zona, encomendándoles integrarse a su Ejército a los hombres decididos por la independencia.
El Ayuntamiento de Nasca fue el primero en ofrecer a todos sus hombres.
He aquí su pronunciamiento:
"Si los depositarios de la confianza de los pueblos no tienen arbitrio para dejar de corresponderla en toda la extensión de sus facultades y conocimientos, ¿cual debería ser la conducta de l ayuntamiento de Nasca, cuando, al recibir y leer, en la primera de sus ocasiones, la honorífica y digna nota de US. del 20 de enero último, se ha penetrado, no menos que de la importancia de su objeto, de las maneras encantadoras de la humanidad, de la precisión y brillantez con que lo indica? Habría deseado el ayuntamiento de Nasca que US. fuese testigo de sus tiernas emociones, y del glorioso y para siempre memorable entusiasmo con que tuvo el honor de presentarse a la plaza pública de esta villa en la tarde del 12 del corriente, para ser alistados sus miembros bajo las banderas de la Patria, como los primeros soldados cívicos se ofrecían a tomar el fusil y la espada, y conducir al resto de sus conciudadanos al templo de la gloria y de la inmortalidad, cooperando, con el sacrificio de sus personas, de su sangre y sus fortunas, a la ejecución de los magníficos planes trazados por US. sobre la suerte del Perú. Si, señor general: la filantropía de los sentimientos que derrama US. en cada uno de los períodos de su apreciable nota, ha recabado de los nuestros cuanto no pudo antes alcanzar la impotente barbarie de los mandones españoles; y, penetrado como se halla el ayuntamiento de la feliz disposición del pueblo de Nasca para consagrarse en toda la extensión de sus recursos a la voluntad de US., no de otro modo podría corresponder al distinguido mérito, a la generosa confianza del mismo pueblo que representa, sino protestando a US. que todo hombre de Nasca renuncia voluntario cuanto tiene y cuanto vale, por trasmitir a US. la deliberación absoluta de todos sus derechos. El ayuntamiento se avanza a protestarla que no es está una traslación retórica e insignificante; que el pueblo se halla decidido a obrar dentro y fuera del territorio; y que, con esta mira, se presta gustoso y puntual a la disciplina diaria que recibe del jefe y oficialidad que la ha destinado US.; que su progreso es demasiado rápido, y que los cuerpos de infantería y caballería que se organizaban bajo la dirección del sargento mayor y comandante militar don Marcelino Carreño, deberán presentar, dentro de breves días, un simulacro de aptitudes que adquieren. Sabe US. mejor que los miembros del ayuntamiento, todas lasnecesidades de cualquiera corta partida para ponerse en estado de servicio; y que las facultades de un pueblo pobre, por grandes que sean su decisión, su generosidad y entusiasmo, nunca pueden ser bastantes para dividirse en diferentes objetos. La tropa de Nasca sólo exigirá de US. armamento y municiones de guerra para ponerse en campaña; los restantes artículos quedarán librados a los recursos de Nasca; y, conseguido que sea este objeto, parece que el ayuntamiento habrá llenado su deber, los votos de US. y los del pueblo benemérito que le ha confiado su representación y poder ilimitado. Desearía el ayuntamiento que sus ideas quedasen bien explicadas, que pudiendo entender US. y concederle la alta gracia de creer que el pueblo de Nasca, a pesar de su oscuridad, y de ocupar apenas un puesto en la topografía del Perú merece ser elevado al rango de los libres, por su adhesión, por su energía, y por haber aspirado al aprecio del ilustre general en jefe del ejército liberador del Sud.- Dígnese US. Sr. general, aceptar las seguridades que le ofrece el ayuntamiento, de su más alta consideración y respeto.-
Dios guarde a US. muchos años.-
Nasca y febrero de 1822.-
José Narciso Trigoso.- José Manuel Mesa.- Juan José López.- José Borda.- Juan Mesa.- Por mandato de S.Sía.: Juan Galindo, secretario.- Sr. general jefe del ejército libertador del Sud, don Domingo Tristán y Moscoso.
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FUENTE: Comisión Nacional del Sesquicentenario de la Independencia del Perú.Historia de la Emancipación del Perú: El Protectorado. TOMO VI Páginas 307 y 308 Germán Leguía y Martínez
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