Cayetano Quiróz, el más grande jefe montonero de la Independencia (I)

Diario La Opinión – Jueves 14 de Julio de 2005

CAYETANO QUIRÓS, EL MÁS GRANDE JEFE MONTONERO DE LA INDEPENDENCIA (I)

Por: Wilfredo Gameros Castillo

SEGÚN EL MARISCAL GUILLERMO MILLER, la de Cayetano Quirós era "la más atrevida y la más temible de las montoneras". Los españoles pasaban días de inquietud y noches en vela, al sospechar la proximidad de Cayetano Quirós y su montonera. Era Quirós, mestizo, alto, astuto y legendario. Amado en su montonera, pero a la vez respetado y hasta temido. De origen oscuro: Fue implicado en un robo; detenido, se fingió loco; y fugó de la prisión.
Cayetano Quirós, llegó al general José de San Martín, le contó su vida y, ofreciéndole una conversión, recibió cincuenta armas, y en dos meses tenía una partida de montoneros de doscientos hombres bien armados y montados.
El 12 de marzo de 1821, aniquiló a un destacamento español en San Jerónimo, Huarochirí

La emboscada de Quiapata
En marzo de 1821, el coronel Jerónimo Valdés con el brigadier Mariano Ricafort y 2 000 hombres incendiaron Concepción y masacraron a 4 000 mil patriotas indios en Ataura, cerca a Jauja. Valdés y Ricafort, retornaron a Lima, por Canta; orgullosos por haber asesinado a multitud de indios armados casi todos con hondas y palos. No sabían que los montoneros, enterados de sus carnicerías, convergían a Canta a atacarlos. Iban como jefes: Francisco Vivas, José Navajas, Alejandro Huavique, Francisco Vidal y Antonio Elguera, todos al mando supremo de Cayetano Quirós. Está vez los españoles se las verían con tropas sujetas a jefes, organizados y provistos de armas modernas. Confiados iban los realistas, por el paso canteño de Quiapata. Ignoraban el movimiento en los cerros y las voces de mando de los jefes montoneros. Hombres mestizos, indígenas, negros y blancos, con ponchos y sombreros, tomaban su ubicación. A las ocho de la mañana del 2 de mayo de 1821, Cayetano Quirós ordena atacar: suenan descargas de fusilería, llueven peñascos de los cerros; los soldados realistas caen muertos o heridos. Reina el desorden y el pánico entre los atacados, que están rodeados. El jefe de estado mayor Vicente Guarín cae herido, también Ricafort cae con la pelvis atravesada por una bala. Un oficial y noventa soldados realistas yacen exánimes, otros se ahogan en el río Chillón. La compañía Imperial Alejandro, es hecha prisionera con su jefe. No aniquilan a los realistas porque se les acabaron las municiones a los montoneros. Cayetano Quirós, ordena llevar y entregar los prisioneros al general San Martín y a solicitarle le remita urgentemente municiones. Por su parte, el brigadier Ricafort se retiró a Canta, donde espera los seiscientos hombres de refuerzos solicitados a Lima. Continúa Mañana …